10 diciembre 2014

La Red - Serie de relatos VII

En tiempos cuando alguien hablaba de redes no había demasiadas opciones:

las que se utilizaban para pescar, que por aquí las veíamos mucho en los barcos, o como las reparaban en los muelles; las redes ferroviarias que unían distintos puntos a nivel nacional o internacional; las redes viarias, o sea carreteras nacionales o comarcales (las autovías y autopistas son un invento mas moderno)... y poco más.

Sin embargo ahora existe una gran Red (Internet) capaz de comunicar a millones de personas en casi todos los lugares de la Tierra y, al mismo tiempo, con amplia información sobre los conocimientos humanos de todo tipo. “Si no está en Internet -me dijo un alumno el otro día- es que no existe”.

Se están cambiando las formas de escribir y de relacionarse entre las personas.

Por ejemplo están los amigos, amigos, los de toda la vida, con los que puedes salir, charlar, compartir aficiones, viajar.... y los amigos cibernéticos. Sí, te presentan a una persona, te da su dirección electrónica y empezais a intercambiar montones de archivos: fotos de Naturaleza, de pintura, de animalitos... y esos otros que dicen: “Eres una persona estupenda, como amiga no tienes precio, no sé que haría sin ti, doy gracias por haberte encontrado”, pero resulta que nunca os veis, ni hablais, ni nada de nada. ¡Extraña forma de amistad!

En cuanto a la búsqueda de pareja hay quien al segundo mensaje, dice aquello de:

“Bueno, ya somos los dos adultos, asi que ¿en tu casa o en la mía?”

Si tienes video-cámara, la cosa puede ser todavía mucho mas “explícita” y proponen sexo virtual, eso si, despues de haber mostrado la mercancía. “Mira que melones mas hermosos, silicona pura, oye” Sin hablar de los calendarios, masculinos y femeninos, de todo tipo.

Existen, todo hay que decirlo, personas normales, con buena intención y que lo único que buscan es paliar su soledad o llenar huecos de tiempo libre, aunque a veces, inventando una personalidad que no es real. Por Internet todos somos mas guapos, mas altos, mas rubios y, naturalmente, amables, cultos, divertidos, serviciales.... Aunque una prima mía conoció a su marido por Internet y son muy felices.

Salvo esos pequeños inconvenientes, hay que reconocer que es una herramienta de gran utilidad: puedes “bajar” música de todo tipo, partituras, libros, noticiarios, biografías. Como para no aburrirte en una vida entera.

Generalmente nos quejamos de que no tenemos tiempo para nada, el trabajo, la familia, las compras, la casa, pero podemos pasarnos horas conectados a un chat o buscando las cosas mas extrañas en este increible mundo.

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