16 marzo 2014

Alas


Sentada en la rama de un árbol, está una niñita. Mira hacia abajo muy seria, parece triste.

Se acerca un pájaro que da vueltas a su alrededor llamando su atención. La niña lo mira, sonríe y le dice:

-Yo también tengo alitas

-¿Y por qué no vuelas?”

-No sé, me siento un poco sola

El pajarito al ver que ella no se anima, se aleja.

Luego se acerca un hada y, con un golpe de su varita mágica, la envuelve en polvo dorado. La niña, está casi a punto de echar a volar, pero todavía le puede su sentimiento.

Entonces, un niño se acerca al árbol y, al verla, trepa hasta la rama donde está ella: --¿Crees – le dice- que merece la pena sentirte sola y triste, en lugar de ser feliz en el aire?”

-¿Tu volarías conmigo?

-Bueno, no todo el tiempo: a ratos volar, otros nadar, correr, jugar, reír, ¿quieres?

-Sí, sería estupendo, pero ¿estarías siempre conmigo?

-Mira, yo tengo una luz en mi corazón y tu tienes la tuya, si quieres las juntamos y así siempre estaremos unidos, pero yo podré volar solo a veces y tu también ¿que te parece?

-Podemos probar.

Las luces de sus corazones se unieron y formaron una esfera grande que los envolvió a los dos y estuvieron así un ratito, sin hablar ¡Era estupendo sentirse así!.

Luego desplegaron sus alas y volaron juntos. Se les unieron algunos pájaros y algunas hadas. Fue muy divertido, porque podían jugar con ellos y hacer muchas piruetas.

Descendieron sobre un árbol muy grande:

-Este será nuestro lugar de encuentro –dijo el niño-

-Bien, aquí te esperaré –contestó ella-

El niño se marchó y la niña plegó sus alas y buscó acomodo entre las ramas, pero ahora se sentía muy feliz, porque sabía que ella llevaba un poquito de la luz del corazón de él y parte de su propia luz acompañaría a su amigo.

Cuando ya dormía, una hada la cubrió con una mantita dorada recién tejida y dijo: “Hoy tendrás sueños sabios”

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